La disfonía es uno de los problemas más comunes en
la población, supone un motivo de consulta frecuente en las consultas de
Otorrinolaringología, y puede alcanzar una prevalencia del 75% en grupos específicos,
como los docentes en algún momento de su carrera. Así lo expresa la guía
‘Evaluación del paciente con disfonía’, elaborada por la Comisión de
Laringología, Voz, Foniatría y Deglución de la Sociedad Española de
Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC). Con motivo del
Día Mundial de la Voz, que se celebra este martes 16 de abril, la SEORL-CCC
recuerda la importancia de prestar atención a los problemas de voz y acudir a
un especialista ante una disfonía de más de dos semanas de duración.
Los
problemas de la voz son comunes en aquellas profesiones en las que se trabaja
con la voz cantada o hablada. “Sin embargo, en aquellas donde no es tan
habitual el cuidado de las cuerdas vocales, como los docentes, monitores de
gimnasio, sacerdotes o teleoperadores, los trastornos de la voz aparecen de
forma más frecuente. Aquellos que trabajan en el mundo de la canción, el cine o
la radio, tienen más asumidos estos cuidados e incluso practican técnica vocal,
lo cual resulta fundamental para prevenir afonías, disfonías, ronqueras o
bloqueos”, subraya el doctor Pedro Cabrera, presidente de la Comisión de
Laringología, Voz, Foniatría y Deglución de la SEORL-CCC. Estos problemas de
disfonía o ronquera, pueden derivar en otros mayores, sobre todo si se asocian
a malos hábitos como el consumo de alcohol o tabaco. Así, un trabajo alemán con
más de 500 maestros publicado en Journal of Voice
observó que más de la mitad informaron haber tenido algún problema de voz al
menos una vez durante su carrera. El trabajo termina con la conclusión de que
es necesario incluir programas de entrenamiento vocal para preparar a los
maestros para un uso profesional y saludable de la voz.
La profesión del paciente es uno de los principales factores a tener en
cuenta a la hora de abordar los problemas de voz. “El uso excesivo de la voz en
profesionales que requieran un tiempo prolongado de uso en sus discursos o al
teléfono, ambientes ruidosos o el contacto con sustancias químicas, ambientes
contaminantes o muy secos, puede contribuir a ciertos trastornos y afectar al
resultado del tratamiento”, sostiene el doctor Cabrera. Así mismo, el
tratamiento con determinados fármacos también puede ser causante de disfonía.
Por ello, según destaca el doctor Cabrera, “sería imprescindible que en
las carreras de magisterio o incluso periodismo, se incluyera un apartado de
técnica vocal”. Un estudio publicado en International Archives of
Otorhinolaringology concluye que entre los docentes universitarios, un
porcentaje mayor de mujeres que hombres reportó ronquera, molestias en el
tracto vocal, dolor de cuello y sensación de cuerpo extraño. Algunos factores
de riesgo que explican la mayor prevalencia en ellas están relacionados con la
organización del trabajo, el entorno laboral, el cuidado de la voz y las
variables de calidad de vida. Las participantes en el estudio se definían a sí
mismas como habladoras y afirmaban pasar la mayor parte de su tiempo enseñando.
Evaluación de las disfonías
Las
disfonías se caracterizan por una modificación de la voz secundaria a una
anomalía de la vibración de los pliegues vocales. “Se conoce comúnmente como
ronquera y su síntoma más característico es la alteración del timbre vocal.
Suele suceder que los pacientes refieren ronquera para definir síntomas como la
pérdida de los registros agudos, la inestabilidad del tono, la fatiga vocal o
voz aérea”, subraya el doctor Cabrera. El papel del otorrinolaringólogo en la
atención y tratamiento de este tipo de problemas de voz, “es establecer si la
disfonía está causada por una enfermedad grave o no, como podría ser el cáncer
de laringe”, sostiene. Por eso se
insiste tanto en no esperar más de dos semanas para consultar con el
especialista en caso de disfonía.
Lo primero que deberá
hacer el otorrinolaringólogo es realizar una historia detallada, que incluya su
historia vocal, y una exploración. “La exploración de la voz incluye la
visualización directa de la laringe mediante diferentes técnicas, todas
englobadas bajo el término laringoscopia”, explica el doctor Cabrera. Por un
lado, tenemos la laringoscopia flexible con la que podemos conseguir valorar la
voz cantada al realizarse a través de la nariz. “También tendremos la
laringoscopia rígida que explora las cuerdas vocales con una calidad de imagen
que permite diagnosticar patologías difíciles de evaluar con otras técnicas,
añade.
Estas pruebas
diagnósticas solo pueden ser realizadas por profesionales médicos como los
otorrinolaringólogos, “ya que son técnicas exploratorias que aunque son
mínimamente invasivas, conllevan algunos riesgos para el paciente que de
presentarse deben ser resueltos por el especialista, precisando un conocimiento
exhaustivo de la anatomía laríngea, faringe y fosa nasal”, concluye.
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