La enuresis,
mojar la cama por las noches, supone para muchas familias un problema diario
difícil de afrontar. Muchos padres no entienden por qué su hijo moja la cama
cada noche. Lo atribuyen a descuido, vaguería o falta de interés y optan por
infligir un castigo, algo que, según los expertos, nunca es solución.
La emisión o pérdida incontrolable de orina
durante el sueño, sin despertar, a una edad inapropiada –los expertos hablan de
5 años en adelante- y socialmente inaceptable, un mínimo de entre dos y cuatro
noches al mes y durante al menos tres meses consecutivos, es lo que conocemos
como enuresis.
Los niños pueden mojar la cama por diversas
causas. La alteración del ritmo circadiano de la hormona antidiurética es la
más frecuente, además de la sobreproducción nocturna de orina, la vejiga
reducida o la incapacidad para despertar. Hay dos tipos de enuresis: la
primaria, la que sufre el niño que siempre se ha hecho pis en la cama
(supone el 90% de los casos y tiene siempre una causa médica de fondo, por lo
que es fácil de diagnosticar y de tratar); la secundaria, niños que se
dejan de hacer pis y comienzan a orinarse de nuevo (supone el 10% de los casos
y normalmente su origen es psicológico).
En el 90% de los casos existe un factor
predisponente hereditario, lo que multiplica entre 5 y 7 veces más el riesgo de
orinarse en el caso de niños con un progenitor enurético y aproximadamente 11
veces más si ambos lo fueron en su día. El 10% restante se debe a causas
psicológicas.
Se estima que afecta aproximadamente al 16%
de los niños a los 5 años y el 10% a los 6 años.
La enuresis puede ser síntoma de patologías
más graves, de ahí la importancia de acudir al médico (pediatra o urólogo) para
determinar la causa y el tratamiento.
El Dr. Juan Carlos Ruiz de la Roja, Jefe de
Urología del Hospital Santa Cristina de Madrid, Director del Instituto
Urológico Madrileño y autor del libro “Por qué se orinan los niños en la cama”,
da una serie de recomendaciones para los niños que sufren enuresis:
- Reducir
la ingesta de líquido, sobre todo antes de acostarse.
- Evitar
las bebidas con cola.
- Orinar
siempre antes de acostarse
- Realizar
entrenamiento vesical, procurando que el niño vacíe bien la vejiga en cada
micción.
- No
forzar el despertar del niño durante la noche para que orine, ni siquiera con
dispositivos, ya que puede volver a orinarse de forma involuntaria y afecta a
su descanso.
- Motivar
al niño para que deje de orinarse con calendarios miccionales u otros soportes
que le hagan partícipe del problema.
- No
castigar nunca al niño por mojar la cama, lo hace de manera involuntaria.
- Hablar
con el niño de manera natural sobre su problema, sin restarle importancia ni
burlarse.
-
Retirar el pañal cuando consigamos con el
tratamiento 8 noches secas.
- Ante
la sospecha de enuresis, acudir al médico para que diagnostique y dé una
solución.
La enuresis tiene un grave impacto en la
autoestima, el bienestar emocional, la actividad diurna del niño y su
rendimiento escolar y social. Muchos no salen de casa, no acuden a campamentos
de verano o colonias y no duermen fuera de casa por vergüenza, por eso es importante
que, ante la mínima sospecha, se acuda al médico para que diagnostique y trate
al niño si fuera necesario.
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