El riesgo de contraer infecciones
urinarias se incrementa en verano como consecuencia de permanecer con el
bañador húmedo durante un tiempo prolongado y por el aumento de las relaciones
sexuales. De hecho, de las personas que sufren cistitis, el 60% la tienen en
verano, según datos del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO) que,
junto con el Centro de Información de la Cistitis han editado el informe Cistitis
y verano, en el que advierten sobre la importancia de seguir una serie
de medidas higiénico-dietéticas para prevenir su aparición, sobre todo en los
casos de cistitis recurrentes. En este sentido, aconsejan la toma de preparados
farmacéuticos a base de arándano rojo o cranberry,
junto a plantas medicinales como el brezo, que ayudan a mantener el bienestar
urinario.
La cistitis
se encuentra entre las infecciones urinarias más comunes, por detrás de las
respiratorias y las más vulnerables a sufrirlas son las mujeres. De hecho,
cerca del 60% de ellas sufrirá algún episodio a lo largo de su vida, según la
última guía publicada por la Academia Americana de Urología. Además, se estima
que entre el 20 y el 40% de las mujeres que han tenido un episodio de cistitis
previa experimentará un episodio adicional posterior, y de ellas entre el 25 y
el 50% sufrirá múltiples episodios recurrentes, considerando como tal 3
episodios en un año y 2 en seis meses. “En el 80% de los casos la cistitis está
causada por la bacteria Escherichia coli,
un patógeno que habita de forma natural en el intestino pero que, por
diferentes factores, puede proliferar y ascender a la vejiga causando
infección. La humedad y las altas temperaturas, son dos condiciones ambientales
que favorecen el crecimiento de este tipo de bacterias en verano. Por ello, el
permanecer con el traje de baño húmedo durante mucho tiempo puede ser un factor
de riesgo para la cistitis en esta época”, subraya el doctor Miguel Martín
Almendros, médico de Atención Primaria y miembro de la Junta Directiva de
INFITO. Según datos de INFITO, las dos principales causas señaladas por las
personas que sufren cistitis son la falta de hidratación y mantener el bañador
mojado.
Otro factor
de riesgo que puede incrementar las posibilidades de tener cistitis en verano
es el aumento de las relaciones sexuales. “El ritmo de vida durante la etapa
estival disminuye y hay más tiempo libre por lo que es normal que suelan
aumentar. Muchas mujeres asocian el sexo
con la cistitis, lo que se conoce como cistitis postcoital, la cual sucede
porque durante el coito se favorece el paso de bacterias hacia la uretra, más
corta en las mujeres y por eso hay mayor prevalencia en el género femenino”, subraya
el doctor Martín Almendros.
Por otro
lado, en las vacaciones veraniegas también se producen una serie de
modificaciones en la dieta y se suele consumir más alcohol. “Tomamos otro tipo
de comidas, en algunos casos más condimentadas o ácidas y también salimos más
lo que hace que consumamos más alcohol que durante el invierno. Estos factores
pueden alterar la microbiota y el sistema inmunitario y hacerlo más vulnerable
ante este tipo de infecciones”, subraya el doctor Martín Almendros.
Los síntomas
que pueden hacer sospechar que se padece una infección urinaria en las vías
urinarias bajas son el dolor o escozor al orinar, el aumento del número de
micciones o polaquiuria, la urgencia miccional y presión en la parte inferior
de la pelvis”, explica el doctor Martín Almendros. Según datos del Centro de
Información de la Cistitis, el síntoma que más sufren los pacientes es el picor
o escozor.
Arándano rojo para la cistitis
Durante el
verano, será necesario que aquellas mujeres que sufren cistitis de repetición
sigan una serie de medidas higiénico-dietéticas, según recomiendan los
expertos. Entre ellas, incluidas en el Decálogo
de Prevención de la Cistitis, se encuentran la ingesta de abundante líquido
para favorecer la expulsión de bacterias; la evitación de sustancias
excitantes, como la cafeína o el alcohol; mantener un buen ritmo urinario e ir
al baño cada 2 o 3 horas, así como antes y después del sexo; lavarse con
jabones neutros; cambiar los trajes de baño húmedos tras salir de la playa o la
piscina; o la toma de preparados farmacéuticos a base de arándano rojo en
combinación con plantas medicinales como el brezo.
El arándano
rojo americano es un fruto cuyos componentes, las proantocianidinas (PAC),
“resultan eficaces para evitar la adhesión de las bacterias causantes de
cistitis a las paredes del tracto urinario. De esta manera evitan la aparición
de infección y, combinados con plantas medicinales, como el brezo, consiguen
mantener el bienestar urinario y prevenir los episodios de repetición”, indica
Teresa Ortega, vicepresidenta de INFITO y Profesora Titular de Farmacología de
la Universidad Complutense de Madrid. En ese sentido, un estudio español
reciente realizado por el Instituto
de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL) confirma la
actividad antiadhesiva y los efectos beneficiosos de los componentes del
arándano rojo contra las infecciones urinarias.
Desde INFITO
y el Centro de Información de la Cistitis se recuerda que lo importante a la
hora de utilizar frutos o plantas medicinales, como es el caso del arándano
rojo americano, “es adquirirlos en la
farmacia donde nos van a garantizar una cantidad óptima de principios activos
necesarios para la eficacia terapéutica que buscamos obtener. Además
recibiremos el consejo del farmacéutico que es el profesional sanitario con
mejor formación para el consejo y la recomendación de plantas medicinales”,
asegura la profesora Ortega.
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