Las alergias alimentarias, a diferencia de las intolerancias, son una
respuesta anómala del organismo a determinados alimentos que de otro modo
serían inofensivos, implicando al sistema inmunitario. La reacción puede
ocurrir en minutos o a las pocas horas.
Según la
Declaración Pública sobre la Alergia a los Alimentos y la Anafilaxia de la
Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI, por sus siglas en
inglés), en torno a un 3% de la población española (1.330.000 personas) padece
alergia a alimentos y, el mismo organismo indica que la evitación de alimentos
puede generar efectos adversos físicos para las personas, ya que se pueden
producir desequilibrios dietéticos.
Además, según
el informe Alergológica 2015 de la Sociedad Española de Alergología e
Inmunología Clínica (SEAIC), la alergia a las frutas ha aumentado un 34% en 10
años, convirtiéndose en la causa más frecuente de alergia a alimentos en
nuestro país, seguida de los frutos secos. En dicho informe, se indica que casi
el 60% de las reacciones alérgicas inducidas por frutas se debe a una proteína
transportadora de lípidos llamada LTP, que se encuentra en el reino
vegetal.
Esta proteína
se caracteriza por su alta resistencia a las enzimas digestivas y al aumento de
temperatura, por lo que adquiere la capacidad de sensibilizar directamente por
vía digestiva. Una de las primeras frutas con las que se describieron los
síntomas fue el melocotón.
Las reacciones
alérgicas producidas por LTP son normalmente sistémicas y graves —síntomas
gastrointestinales, náuseas, vómitos y diarrea, urticaria generalizada o por
contacto y también asma grave e incluso anafilaxia—. En concreto, la alergia a
alimentos, es una de las causas más frecuentes de anafilaxia. Sin embargo, en
la mayoría de los casos, los síntomas sistémicos son precedidos del síndrome de
alergia oral (SAO), caracterizado por síntomas localizados en boca y garganta
como cosquilleo, hormigueo e inflamación de labios, irritación de garganta.
Tratamiento de
las alergias alimentarias
Para tratar
las alergias a las LTP, hasta hace poco tiempo, en alergología, la única
recomendación disponible era la evitación de los alérgenos responsables de la
dieta, a pesar de que, para los pacientes y su entorno, esta medida supone un
trastorno psicosocial, además de un posible déficit nutricional en aquellos
casos en los que hay varios grupos de alimentos implicados. Otra de las
sugerencias que hacen los alergólogos es la inmunoterapia sublingual
específica, indicada en general en la alergia al melocotón, frutas rosáceas y
otros alimentos de origen vegetal.
“En las
enfermedades alérgicas es clave el correcto diagnóstico y tratamiento
realizado por un especialista en alergología y es una obligación legal la
concienciación por parte de los profesionales de la alimentación y hostelería
para un correcto etiquetado de los alimentos y de la manipulación de éstos para
evitar reacciones accidentales”, ha afirmado la presidenta del Comité de
Alimentos, Mónica Antón.
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