El consumo de tabaco
es uno de los factores más importantes que influyen en la aparición de enfermedades
y en el aumento de mortalidad en todo el mundo, siendo una de las principales
causas del desarrollo de enfermedades no transmisibles (ENT), como las enfermedades
cardiovasculares, el cáncer o las enfermedades respiratorias crónicas, entre
otras.
Partiendo de
esta realidad, RedENT, una plataforma de
colaboración integrada por seis entidades de referencia en el ámbito de la
salud y que pretende disminuir el número de personas que fallecen
prematuramente a causa de las ENT, manifiesta su preocupación
por los cambios de hábitos de consumo de tabaco debido al confinamiento.
El
confinamiento, asociado a los estados de alarma, y el teletrabajo han provocado
que el hogar se haya
convertido en el principal espacio de consumo de tabaco. Esta situación ha provocado el aumento del humo
ambiental en los hogares de personas fumadoras, con el consiguiente riesgo para
la salud de todos sus integrantes, sobre todo si son menores.
Para tratar de
revertir esta situación, expertos de RedENT han elaborado una guía de “Fases de desescalada del tabaco”,
que contiene consejos prácticos y útiles para hacer frente al problema generado
por el consumo directo de tabaco y derivados durante el confinamiento y la
desescalada, junto a la exposición ambiental que esto supone.
El momento
de la desescalada…también del tabaquismo
Bajo la premisa
“Un día más, una calada menos”, y
aprovechando el proceso que se está siguiendo en España de desescalada del
confinamiento derivado de la situación de pandemia de coronavirus, los
responsables de esta guía animan a los fumadores a implementar también una deshabituación
tabáquica por fases, aportando orientaciones específicas y herramientas de
autoevaluación para determinar en qué momento se encuentra su adicción y
prepararles para dar el salto a la siguiente fase. A semejanza del
plan nacional de desescalada, la guía contempla un total de 5 fases (de la 0
a la 4):
·
En la fase 0
se insiste, sobre todo, en la vinculación que el consumo de tabaco o el
vapeo puede tener con la COVID-19, recalcando que el tabaco y otros
derivados suponen un aumento del riesgo de transmisión del coronavirus, que los
fumadores son más vulnerables a la COVID-19 y que el riesgo de necesitar
ventilación mecánica o una cama de UCI debido al COVID-19 es dos veces mayor
que los no fumadores.
Además,
asumiendo que muchos fumadores no quieran cambiar su hábito, les proponen que,
al menos, sigan una serie de precauciones básicas: intensificar higiene de
manos antes y después de fumar/vapear, no fumar con guantes ni con la mascarilla en la cara, evitar fumar o vapear cerca de otras personas, no compartir ni pedir a otras personas que compartan cigarrillos, vapeadores, mecheros, etc.
·
En la fase 1
se invita al fumador a reducir su espacio de consumo y, sobre todo, a
evitar este hábito en su hogar y en espacios pequeños o cerrados, compartidos
con más personas, acompañando todo ello con mensajes informativos sobre las
consecuencias que tiene la exposición al humo ambiental del tabaco (y otros
derivados).
·
En la fase 2
se aborda el objetivo fundamental de reducir el consumo, no sin admitir
que el tabaco puede ser una herramienta de gestión emocional y que puede
estar utilizándose en estos momentos para calmar la ansiedad, el estrés y el
aburrimiento. Identificar el consumo que se está haciendo, retrasar el primer
cigarrillo del día, no apurar al máximo cada cigarro o hacer un listado de los
beneficios de abandonar este hábito son medidas sencillas que pueden ayudar a
rebajar el consumo de tabaco o sus derivados.
·
La fase 3
afronta directamente el paso definitivo de dejar de fumar. Conocer solo
algunos de los beneficios para la salud que ofrece esta decisión es una buena
base para consolidar la decisión. Junto a ello, la guía señala tanto recursos
web, como guías y teléfonos de ayuda con atención especializada para facilitar la
deshabituación.
·
La fase 4 es
también la fase de la nueva normalidad y, sobre todo, la que acomete un
doble reto: afianzar la decisión de dejar el tabaco y evitar la recaída. En
este sentido, los expertos de RedENT recuerdan que existen actualmente tratamientos
eficaces para dejar de fumar basados en el apoyo de profesionales sanitarios y
en algunos casos el uso de tratamiento farmacológicos, así como hay numerosos
recursos terapéuticos disponibles a través de App y líneas telefónicas.
Frente común
Los principales
responsables de las entidades que por ahora conforman la iniciativa ReENT (la Asociación
Española Contra el Cáncer -AECC-, Cruz Roja Española, Federación de
Asociaciones de Enfermería Comunitaria -FAECAP-, Fundación Española del Corazón
-FEC-, Sociedad Española de Diabetes -SED- y Sociedad Española de Medicina de
Familia y Comunitaria -semFYC-), advierten del enorme impacto negativo que conlleva
el aumento de la exposición al humo
ambiental de tabaco y derivados (especialmente para
mayores y niños), suponiendo también un
riesgo especial frente a la COVID-19.
La Asociación Española Contra el Cáncer, como destaca Sebastián del Busto, responsable de Prevención y Promoción de la
Salud de la AECC, "dedica
grandes esfuerzos desde hace muchos años a luchar contra el tabaquismo. En
estos momentos nos preocupa que la crisis por coronavirus haya empeorado
la situación, haciendo del hogar el principal lugar de consumo. Hacemos un
llamamiento a la población para no bajar la guardia ante los efectos del
humo del tabaco en nuestro entorno próximo en el que pueda haber personas
cerca (especialmente niños, adolescentes y mayores) y llamamos a las
autoridades a mantenerse vigilantes y estrictos con la norma vigente sobre
fumar en espacios públicos".
En esta misma línea, el Dr.
Francisco Camarelles, portavoz de la semFYC en RedENT, apunta que “la
epidemia de coronavirus es un buen momento para dejar de fumar, más aún si
consideramos que el tabaquismo empeora el pronóstico de los pacientes que
desarrollan la COVID-19. Los médicos de familia seguimos ayudando a nuestros
pacientes a dejar de fumar en esta etapa de confinamiento y desescalada, y nos
hemos adaptado a nuevas formas y estrategias para ayudar a dejar de fumar”.
También las enfermeras familiares y comunitarias consideran que este
momento puede ser muy adecuado para abandonar el tabaquismo Desde la FAECAP, Francisco Javier Carrasco Rodríguez recuerda que “la situación de distanciamiento social nos
ayuda a no compartir momentos alrededor del cigarro y, sobre todo, debemos
priorizar la protección de nuestra salud y la de los más pequeños, con los que
compartimos más tiempo”; en este sentido, añade, “las consultas telemáticas de enfermería en AP están abiertas para
apoyar al fumador en cualquier fase”.
Especial repercusión tiene el tabaco en las enfermedades cardiovasculares, que son la primera causa
de muerte en nuestro país, siendo este hábito uno de sus principales factores
del riesgo. Como resalta el Dr. Carlos Macaya, presidente de
la Fundación Española del Corazón, “los fumadores tienen tres veces más
riesgo de padecer estas patologías, pues el tabaco daña la pared de las
arterias, provocando la aparición de aterosclerosis. Pero no todo son malas
noticias, porque si uno decide dejarlo, como animamos a hacer en esta guía, al
año verá su riesgo de infarto reducido a la mitad y a los quince años tendrá el
mismo riesgo de ictus que aquél que nunca ha fumado”.
Para
el presidente de la SED, el Dr. Antonio
Pérez, no cabe duda que “aunque fumar
es malo para todos, el prejuicio es incluso mayor para las personas con
diabetes”. Según aclara, “además de
favorecer la aparición de diabetes, el consumo de tabaco en las persones con
diabetes se asocia a peor control glucémico y aumenta el riesgo de
complicaciones cardiovasculares, y las persones con diabetes que fuman tienen
el doble de probabilidades de muerte prematura que las que fuman sin tener la
diabetes. Por ello, es prioritario el
abandono del tabaco en las persones con diabetes”.
Por su parte, Juan Jesús Hernández, médico del Plan de Salud de Cruz Roja recuerda “las ventajas para la salud
de dejar de fumar lo antes posible: mejora de calidad de vida, la respiración,
reduce el riesgo de muerte prematura y puede aumentar hasta una década la
esperanza de vida. Es una inversión rentable a corto y largo plazo. En este
sentido, Cruz Roja dispone del Servicio Multicanal
SobreDrogas, un recurso
digital anónimo y gratuito para quienes quieran informarse sobre los efectos y
los riesgos del consumo de sustancias y conocer mejor cómo pueden cambiar
hábitos y actitudes que impiden llevar una vida sana y saludable".
Las Enfermedades No Transmisibles
(ENT) -patologías cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedad respiratoria crónica,
entre otras-, suponen uno de los principales retos y preocupaciones de salud de
nuestros tiempos. Todas ellas representan más del 70% de las muertes anuales, según
la Organización Mundial de la Salud (OMS), matando cada dos segundos de manera
prematura a una persona con una edad comprendida entre los 30 y los 70 años. En
España, 9 de cada 10 personas mueren por una ENT.
Acerca de RedENT
RedENT es una plataforma que agrupa a organizaciones del tercer
sector del ámbito de la salud y sociedades médico-científicas con el objetivo
de concienciar, difundir, impulsar y ejecutar acciones y proyectos destinados a
hacer frente al aumento de enfermedades no transmisibles, ENT. Este tipo de
patologías se caracterizan por su elevada prevalencia, por ser causantes del
90% de los fallecimientos en España, por el coste sanitario derivado del hecho de
que la mayoría de ellas son crónicas y porque resultan de la combinación de
factores genéticos, fisiológicos, ambientales y conductuales. Precisamente por
este último factor, para la mayoría de las ENT la prevención es un elemento
capital hasta el punto de que por cada euro invertido en medidas
coste-efectivas de prevención de este tipo de enfermedades puede suponer un
retorno a la sociedad de hasta 7 euros.
Organizaciones miembros: Asociación Española Contra el Cáncer
(AECC), Cruz Roja Española, Federación de Asociaciones de Enfermería
Comunitaria (FAECAP), Fundación Española del Corazón (FEC), Sociedad Española
de Diabetes (SED) y Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria
(SemFYC).
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